La historia comienza cuando Bulma llega donde Gokū mientras buscaba la Sì Xīngqiú. Debido a que el joven no quiere entregarle la esfera del dragón, la ingeniosa chica lo convence para que la acompañe en el viaje para reunir las siete Dragon Balls.
En el camino conoce a otros personajes, como Oolong, Yamcha, Chi-Chi y Muten Roshi. Algunos de ellos se unen en la búsqueda con Gokū o tienen otro papel en el futuro de la serie. Gokū y sus compañeros consiguen seis de las Dragon Balls, pero estas son robadas por Pilaf y sus secuaces, quienes tienen la séptima, e invocan a Shenlong, pero Oolong se anticipa al deseo y pide unas bragas, evitando así que Pilaf consiguiese ostentar el dominio mundial. Una vez cumplido el deseo, las orbes se dispersan por el mundo y se convierten en piedra a lo largo de un año, por lo que Gokū decide ir a entrenar con Kame Sen'nin.
Posteriormente al entrenamiento, Gokū participa junto a Krilin, otro alumno de Kame Sen'nin, en el 21° Tenkaichi Budōkai, donde se enfrenta a Giran, Namu y Jackie Chun. Gokū vence a los dos primeros pero es vencido por Jackie. Una vez terminado el torneo, Gokū parte a entrenar solo y a buscar la Sì Xīngqiú, pero se encuentra con varios oficiales del Ejército Red Ribbon que también están buscando las Dragon Balls con la intención de conquistar el mundo.
Después de conseguir tres Dragon Balls, que no son la que está buscando, Gokū llega a la Tierra Sagrada de Karin donde conoce a Upa y a Bora, quienes poseen la Sì Xīngqiú pero se niegan a dársela al ejército. El ejército manda a Tao Pai Pai a asesinar a Gokū, quien es vencido. Aun así, el asesino mata a Bora, y Gokū decide reunir las siete Dragon Balls para revivirlo. Para ello, el joven ataca la base principal del ejército y recupera las dos Dragon Balls que ellos consiguieron. Para encontrar la última Dragon Ball tiene que recurrir a Uranai Baba y vencer a sus cinco guerreros, a los cuales vence con ayuda de sus amigos. Gracias a la ayuda de la adivina encuentra a Pilaf y lo vence, logrando obtener las siete Dragon Balls e invocar al dragón para revivir a Bora.
Tres años más tarde, Gokū participa en la 22º edición del torneo, donde se enfrenta a su amigo Krilin, a quien logra vencer; y a Ten Shin Han, quien logra vencer al protagonista en un combate muy parejo. Después del torneo, Krilin es asesinado por un engendro de Piccolo Daimaō. Gokū intenta vengar a su amigo pero es completamente vencido, así que decide ir a pedirle ayuda a Karin, quien le da el Chōshinsui. Gracias a esto, Gokū logra enfrentarse a Piccolo y vencerlo. Para poder resucitar a sus amigos fallecidos, Gokū sube donde Karin, quien lo envía con Kamisama y Mr. Popo, quienes reviven a Shenlong; y él, a su vez, a toda la gente asesinada por Piccolo. Después de esto, se queda a entrenar allí por tres años.
Pasados los tres años de entrenamiento, Gokū baja de la torre para participar en el 23º Tenkaichi Budōkai. En el torneo se enfrenta primero a Ten Shin Han venciéndolo, contra quien había perdido antes, y en la final se enfrenta a Ma Junior, quien en realidad es Piccolo, destruyendo el tatami. Finalmente lo derrota, pero le perdona la vida, y se convierte por primera vez en el ganador del Tenkaichi Budōkai. Durante el torneo aparece Chi-Chi, reclamando el por qué nunca regresó por ella para pedir su mano. Gokū confiesa no haber sabido lo que significaba así que le pide matrimonio para cumplir su promesa; después del torneo se casan.
Cuatro años después del nacimiento de su primogénito Son Gohan, Gokū lleva al niño a Kame House. Allí se le presenta su hermano Raditz, quien le revela su origen saiyajin y su verdadero nombre, Kakaroto. Con facilidad vence a Gokū y secuestra a su hijo. Raditz es mucho más fuerte que él, por lo que Piccolo le propone a Gokū unir fuerzas para tratar de vencerlo, sin embargo no son suficientemente fuertes para derrotarlo, y aun con una breve intervención del pequeño Gohan, que despierta su poder oculto por unos momentos, deja gravemente herido a Raditz y destruye su coraza, sin llegar a derrotarlo. Finalmente, en un momento de desesperación, Gokū decide sacrificarse al inmovilizar a Raditz por la espalda, y Piccolo termina con la vida de ambos al dispararles su técnica especial llamada Makankosappo. Antes de morir, Raditz les advierte de la existencia de otros saiyajin mucho más fuertes que él y que vendrán aproximadamente un año después.
En el otro mundo, Gokū es enviado a entrenar con Kaiō del Norte. Con un año por delante para entrenar, Gokū comienza a correr por el camino de la serpiente, el cual le habían advertido que tenía una longitud de un millón de kilómetros. Cuando llega, se topa con el palacio de la Princesa Serpiente, a quien confunde con el Kaiō del Norte, pero después se da cuenta de que es un monstruo que quiere devorarlo y escapa, perdonando su vida porque le dio de comer. Cabe destacar que éste es un suceso exclusivo del anime. Este no sería el único contratiempo que tendría, pues luego se topa con un empleado del otro mundo quien limpiaba el camino en un transporte especial, y le propone un trato a Gokū de llevarlo a la mitad del camino. Mientras Gokū se duerme, se cae del camino de la serpiente y va a parar al infierno.
Después de vencer a dos oficinistas ogros (en las atrapadas y sumo) con facilidad, éstos le dicen por donde volver, y Gokū roba una fruta del infierno que le restaura sus energías, pero al subir las escaleras se topa con que lo condujeron al principio del camino, aunque se movería más aprisa por la fruta. Gokū llega al final del trayecto a los seis meses desde el punto de salida, y allí divisa un pequeño planeta que pertenece a Kaiō Sama. Allí comienza su duro entrenamiento, bajo la fuerte gravedad que es 10 veces mayor que la de la tierra.
Transcurrido un año, Gokū es revivido con las Dragon Balls, pero llega tarde a donde se disputa el combate, y se encuentra muertos a Yamcha, Chaozu, Ten Shin Han y Piccolo a manos de Nappa. Con suerte logra salvar a Gohan, su hijo y a Krilin, enviándole su Nube kinto'un para salvarlo del pisotón de Nappa. Gokū vence fácilmente a Nappa rematándole con el Kaioh Ken, a quien Vegeta asesina por incompetente. Al cabo de unos minutos, y desplazándose de lugar, empieza la pelea de Gokū y Vegeta. Al principio parecía que Gokū ganaría la batalla con el Kaioh Ken, pero Vegeta aún no había desplegado su verdadera fuerza, la cual le muestra a Gokū lanzándole una bola de energía que con mucha dificultad logra repeler utilizando el Kaioh Ken x2.
Sabiendo que esa técnica no era suficiente para derrotar a Vegeta, Gokū decidió hacer el Kaioh Ken x3 para derrotarlo, cosa que Kaioh Sama le había advertido que no hiciera puesto que si utilizaba un Kaioh Ken con producto superior a 2 arriesgaba mucho al sobreesforzar su cuerpo, pero Vegeta le lanza un Garlick-Ho y Gokū un Kame Hame Ha. Viendo que la potencia del Garlick-Ho era superior al Kame Hame Ha de Gokū, éste se ve obligado a utilizar un Kaioh Ken x4, ganándole con mucha dificultad. Vegeta queda muy mal herido, pero utiliza como último recurso una luna hecha de energía que le permitió transformarse en Ozaru, y al ver esto Gokū finalmente comprende que el monstruo que mató a su abuelo fue él mismo. Gokū lo dejó cegado con el Taiyōken mientras realizaba la Genkidama, pero Vegeta logra recuperar la visión justo antes de que Gokū lanzara la Genkidama; le lanza un rayo de energía que deja a Gokū malherido, y después lo atrapa y le rompe todos los huesos a Gokū con su enorme tamaño.
Tras las intervenciones de Gohan y Krilin, Yajirobe logra cortar la cola al Ozaru y devolverlo a su forma humana. Gokū entrega la energía que logró conservar de la Genkidama a Krilin para que la dispare, mientras Gohan distrae a Vegeta. A pesar de que Vegeta resistió suficiente para dejarlos malheridos, tras la transformación de Gohan en Ozaru, Vegeta queda al borde de la muerte, por lo que Krilin le daría el golpe de gracia. Gokū evita esto intercediendo por él, ya que deseaba volver a enfrentarlo nuevamente. Vegeta escapa muy malherido y Gokū, con todo su cuerpo inmóvil a causa de tener sus huesos fracturados, queda hospitalizado, mientras Karin cosecha más semillas Senzu.